En la actualidad la diabetes mellitus afecta a 387 millones de personas en el mundo y es considerada como un problema de salud pública a nivel global. En España se estima que la prevalencia de diabetes afecta al 10-15 % de la población, mientras que el 30 % de la población adulta sufre alguna alteración relacionada con el metabolismo de los hidratos de carbono.
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La diabetes mellitus puede tener graves consecuencias para las personas que la padecen, entre las que destaca la enfermedad del edema macular diabético, considerada como una de las principales causas de pérdida de visión en el mundo occidental.
En este sentido, atendiendo a su gravedad y prevalencia, la necesidad de cribado para conseguir una correcta vigilancia es alta (30.000 por cada millón de población por año).
Por ello, los médicos de atención primaria juegan un papel fundamental para la detección precoz y correcta gestión del EMD, y consecuentemente, para incidir en la preservación de la calidad de vida de los pacientes con estas enfermedades.